Pautas para una convivencia que humanice

  • Vivir el compartir como fortaleza de lo comunitario
  • Hacer todos los esfuerzos por construir un nosotros, que se fundamente en apartarnos de  comportamientos individualistas que debilitan la conformación de personalidades solidarias.
  • Nuestro estilo de estar juntos
  • Saludo al llegar o retirarme: a la persona que me recibe o me despide cada tarde en la Portería, a mis compañeros de curso o de los demás cursos, a los docentes, a las Hermanas que a veces me encuentro en los pasillos y galerías, a la bibliotecaria…
  • Permisos para el uso de espacios, tiempos y elementos de la institución: en Secretaría o a cada docente tendré que solicitar lo que necesito para manejarme dentro de la Institución.
  • Gratitud como respuesta a toda atención recibida.
  • Acuerdos para lo cotidiano
  • Salón de clases: cuidado e higiene de todos/as las alumnos/as; uso del armario: mantenerlo ordenado, ocuparse de cerrarlo cada día y entregar la llave en secretaría.
  • Baños: colaborar con la higiene y mantenimiento.
  • Dispenser: estar atentos a llenar el depósito  de agua cuando se vacíe.
  • La puerta de ingreso al colegio es compartida con el primario y secundario. Tratar en el horario del mediodía de no detenerse en ella porque es la salida de los alumnos más pequeños y se hacen presente los padres y tutores.
  • No fumar dentro de las instalaciones del colegio y evitar hacerlo en la puerta de entrada.
  • Uso responsable del teléfono celular en horas de clases.
  • Procurar evitar el consumo de sólidos en los salones de clase (usar el entrepiso para el almuerzo).
  • Tratar de ser puntual en el cumplimiento de horarios. Las demoras en el ingreso a las clases puede ser registrado como ausencia.
  • Asistir a clases y a las mesas de exámenes con guardapolvo azul o blanco con logo del instituto.  Usar ropa adecuada al ámbito institucional (evitar el uso de shorts, calzas, ojotas).
  • Contribuir con el pago de la cuota mensual del 1 al 10 de cada mes (marzo a diciembre) y matrícula anual, considerando el horario previo a la entrada a clases para realizar este trámite.

 

EL SISTEMA PREVENTIVO

Nuestra cultura institucional y áulica asume rasgos que la caracterizan:

 el joven es el centro del proceso educativo, lo que implica recibirlo como es, descubrir sus potencialidades y ayudarlo a crecer mediante múltiples intervenciones educativas, durante la jornada escolar y las actividades extraescolares;

 el clima de familia en el que se favorecen y cultivan las relaciones interpersonales, la solidaridad y la amistad, y se forma un ambiente de compromiso, alegría y confianza;

 el ambiente educativo como vehículo y propuesta de valores, que se caracteriza por el espíritu de familia, el clima de alegría y el sentido de la fiesta, la invitación a la participación creativa, la educación en y para la libertad responsable y la dedicación esperanzada al trabajo de cada día;

 la asistencia salesiana, presencia activa y amistosa de los educadores en medio de los educandos participando en los intereses juveniles: los educadores son personas disponibles para estar con los jóvenes;

 la relación educativa personal que acoge al joven en el punto de maduración en que se encuentra y reconoce su carácter único;

 el criterio de la preventividad, por el cual se propone experiencias positivas, se desarrollan en los jóvenes actitudes que les permiten superar los riesgos y las situaciones difíciles, ayudándolos a captar el sentido de la vida y a vivirlo en plenitud.